martes, 29 de noviembre de 2016
Judería Vieja
Plaza del Zumacal
Las calles de Zapatería y de Puerta Nueva fueron las arterias principales de la judería vieja, que comprendía desde la llamada Cruz del Valle, formada por la Cuesta del Caño, las calles Puerta Nueva y de la Corredera hasta la Plaza de Santa Lucía.
Las primeras referencias a judíos en la zona son del siglo XI cuando ya se le mencionaba como lugar de asentamiento. Se le conoció como aljama al menos desde 1259 en la que se hace un pacto con el obispo Don Suero para una rebaja de impuestos.
En la judería vieja hubo al menos dos sinagogas. En 1283, durante el reinado de Sancho IV, se registró una. La documentación histórica sitúa la otra entre la antigua iglesia de San Leonardo y la Plaza Santa Lucía.
El actual barrio de La Horta todavía conserva en sus calles los nombres de los oficios y comercios por los que fue conocida la judería: Zapateros, Alfamareros, Orfebres (calle de la Plata), Tenerías, Curtidores (Plaza del Zumacal) o de sitios comunales como calle de los Baños.
La población judía comenzó a abandonar la zona a inicios del siglo XIV hacia la llamada Nueva, Barrionuevo o La Lana, donde llegó a tener una presencia importante.
domingo, 27 de noviembre de 2016
Cementerio judío
"La noticia más antigua sobre el cementerio judío aparece en un documento de
1447 por el que el Cabildo arrienda al hortelano Antón Fernández una huerta çerca
de la puerta de Mercadillo, uno de cuyos límites era la calle que va al
fosario de los judíos (ACZamora, libro de las rentas de la santa iglesia
de la catedral, leg. 192, fol. 26f).
"El 20 de junio de 1798 el covento de Santo Domingo de la Orden de Predicadores
solicitó al ayuntamiento la devolución de un solar que en el pasado había sido
cementerio de los judíos y que en aquellos momentos era escombrera de los
carros de basura y limpieza de la ciudad. En apoyo de su reclamación aportaba
dos documentos con fecha 5 de junio de 1492, uno un instrumento de donación del
fosario de los judíos de esta ciudad con todo el termino y piedra que en él
havia para hacer de ello lo que quisiera, el otro una orden al corregidor
para que diera la posesión del mismo al monasterio. Con fecha 8 de junio de
1492 se efectuaron los traslados de ambas cédulas (A.H.P. Zam. Libro Tumbo,
sig. 4, fol, 123v y 219v).
"Según parece, pocos años después se plantearon dudas en relación a los derechos
del convento de Santo Domingo sobre los dichos fosarios y en
consecuencia fue necesario que el 2 de septiembre de 1545, tras una serie de
averiguaciones, se dictara sentencia por la que se le reconocía a dicho
convento los mencionados derechos. En un instrumento de fuero perpetuo otorgado
en 1621 por el monasterio a Manuel Rodríguez figuran datos concluyentes acerca
de sus dimensiones y ubicación junto a la Huerta de los Remedios que era de
Don Antonio de Mercado, vecino de Olmedo de cavida de seis ochavas de
sembradura, poco más o menos, lindando con la misma huerta, por otra parte con
huerta de Don Gerónimo de Ledesma por otra con camino que hiba de la puerta de
Mercadillo para el arroio de Valorio y quedaba la tierra a mano derecha, donde
hacia esquina, y por la otra miraba a las Peñas de Santa Susana y a los árboles
de dicho convento.
"En 1798, en el momento de efectuar la reclamación, el terreno se hallaba
lindante con la huerta de los Remedios y hace frente al arca y conducto de agua
para la fuente de Valorio, que pasa de inmediato a las Peñas de Santa Susana,
cuyo sito mirando al arrabal del Espíritu Santo, está señalando con una cruz de
piedra que manifiesta bastante antigüedad y al frente sobre el terreno superior
que tiene otra, que hace frente mirando al convento, con igual cruz de piedra.
Este terreno está lleno de estiércol, y escombros que salen del pueblo con
carros del común y cerrado entre los linderos de la Huerta de los Remedios, una
Huerta y el camino que pasa por la calleja desta misma Huerta y da la vuelta
para entrar en el de Valorio y arrabal de Santi Espiritus.
"En las conclusiones del pleito se
establecía que está claro el derecho de propiedad a favor del convento y que la
ciudad podrá habilitar como muladar otro pedazo de terreno herial que puede
servir para el mismo fin.
"Con posterioridad a 1621 se conservan datos sobre diversos propietarios
particulares del mencionado terreno. Entre la documentación recogida por M.F.
García Casar merece destacarse la noticia del arriendo de una tierra llamada
fosario de los judíos en 10 fanegas de cebada o la existencia de un plano
con sus lindes y toponimia dentro del expediente de licencia de obras de una
propiedad que en 1876 conservaba el nombre de el Güesario de los Judíos.
"La autora propone finalmente que dicho cementerio correspondía a la judería
nueva, pero se pregunta dónde se encontraría el de los habitantes de la judería
vieja que con toda posibilidad estaría al otro lado del puente de piedra."
Fragmento tomado de: Jordi Casanovas
Miró, Las inscripciones funerarias hebraicas medievales en la Península Ibérica,
Universidad de Barcelona, 1999, pp. 106-08
sábado, 26 de noviembre de 2016
Mikvé (baño judío)
El Mikvé (baño judío) (1) está ubicado en La Hostería Real, Cuesta de Pizarro # 7, y fue descubierto por el delineante Alfredo del Cueto, quien, junto a los arquitectos Alfonso Crespo y José Ángel Bueno, se encargó de la recuperación del edificio en los años ochenta.
Del Cueto se dio cuenta del valor patrimonial del lugar y no intervino arquitectónicamente en él. Se asesoró de la historiadora María Fuencisla García Casar, más tarde autora de El pasado judío de Zamora (1992), quien, según afirma del Cuento, no tuvo duda de que se trataba de un Mikvé.
El edificio era conocido en Zamora como el Palacio de la Inquisición, aunque en la ciudad nunca hubo un tribunal como tal por lo cual es posible que haya vivido en él o visitado algún oficial del Santo Oficio (2).
El Palacio fue construido por Don Franciso de Villacís y Ponce de León (Sevilla, 1566 - ¿?), primer Conde de Peñaflor, Ministro del Consejo de Indias, Presidente de la Casa de Contratación y Regidor de Toledo, Segovia y Madrid; se cree le fueron adjuntadas algunas casas, posiblemente una que incluía el mikvé.
Este cuenta con un metro de profundidad, excavado a cielo abierto en la roca de donde recibe agua, esta también llega de la lluvia así como de un orificio conectado a un pozo en el patio que permite la circulación, manteniendo el agua fresca y limpia todo el tiempo. El mikvé tiene cinco peldaños y un pilar que sostiene la barandilla de sillería.
La Cuesta de Pizarro se encuentra en el extremo oeste de la judería vieja, muy cerca de la que fuera Puerta de San Pedro, donde la documentación histórica ubica casas de judíos en el siglo XV.
Notas
1-Estos baños servían para cumplir con algunas normas religiosas e higiénicas, entre ellas, la inmersión de las mujeres una vez al mes luego de la mestruación, igualmente antes de contraer matrimonio y después del parto, también se usan por hombres antes de la ceremonia de Shabbat y antes de celebraciones como Yom Kippur. También para la limpieza de los utensilios nuevos antes de ser usados. Este tipo de baños se han descubierto en Besalú (1964), Toledo (1989) y más recientemente en Girona (2014) y Ainsa (2015). Para más información sobre los baños en la vida comunitaria judía en la edad media ver: "Los baños" en Enrique Cantera Montenegro, Aspectos de la vida cotidiana de los judíos en la vida cotidiana de la España Medieval, Madrid, UNED, 1998, pp. 161-164.
2-Pedro o Francisco de Villacís fue el primer Villacís conocido, era originario de Zamora, lo cual hace que este linaje se origine en esta ciudad (9) y sus descendientes se mantuviesen conectados con ella y muy posiblemente con la propiedad hoy llamada La Hostería Real. Para una clarificación del uso de los nombres Pedro y Francisco ver nota 4 en la página 9 (artículo de referendia al final)
A Francisco de Villacís y Ponce de León, primer Conde de Peñaflor, se le atribuye la construcción del llamado Palacio de la Inquisición en Zamora, aunque en la ciudad no existiese sede alguna del Tribunal. Es posible que ese nombre haya sido en referencia al parentesco, así como que Francisco haya construido el edificio en el siglo XVI, expandiendo una previa propiedad de su bisabuelo e integrando en el nuevo espacio algunas casas aledañas en una de las cuales se encontraba el baño judío.
Más en: José Miguel de Mayoralgo y Lodo, Conde de Acevedo, académico de número, “El linaje sevillano de los Villacís” en Anales de la Real Academia Matrinense de Heráldica y Genealogía IV (1996-1997), Madrid, pp. 7-120
viernes, 25 de noviembre de 2016
Las Sinagogas de Zamora
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La llamada Cueva Árabe, nombre comercial que tuvo el bar de copas en los 90s, en realidad podría tratarse de la primera sinagoga de la ciudad, con una antiguedad de al menos el siglo XI |
Por su parte Cesáreo Fernández Duro en su Crónica histórica refiere que la primera sinagoga de Zamora se "labró" en la Judería Vieja (hoy La Horta) alrededor del año 1094 (1:26 n1, 314-15). En el caso de la Mayor, donada por los reyes Fernando e Isabel al Consejo de la ciudad en 1492, sabemos que se encontraba en la actual Plaza de San Sebastián.
Guadalupe Ramos de Castro la localiza, sin embargo, en la actual Plaza de San Esteban (Juderías de CyL, 1988, 155-156), aunque hasta el momento no hemos encontrado otra bibliografía que apoye esta sugerencia.
Por otra parte, la tradición oral en la ciudad agrega cinco sinagogas más en las Calles Gazapo # 5, Ramos Carrión # 42, esquina de Rua de los Francos y Moreno, otra en el barrio de La Vega (García Casar, El pasado, 1992, 69-70) y la ubicada en Plaza Santa Lucía # 10 (Jewish Remmants, Markman, 2003, 17-28) o también Baños de Alfonso III.
Que sepamos este último sitio es el que mejor se conserva y gracias al propietario del mismo, hemos podido ver las fotos que ilustran está nota.
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Techo en el interior de la "Bodega" en Plaza Santa Lucía # 10 |
La arquitectura de ambas construcciones es similar a la que existe en Zamora. Passini también anota que el mismo estilo se aprecia en edificios religiosos y civiles toledanos, por ejemplo en la iglesia del Cristo de la Luz (1998, 324), algo que Sánchez Pérez igualmente reconoce en su artículo de 1971.
Otro detalle es que la casa próxima, hacia el norte, solía tener una construcción parecida debajo y todavía conserva visible un típico arco de medio punto, haciendo pensar que, en algún momento, el edificio pudo haber sido parte de un complejo constructivo único.
La documentación histórica presenta de forma insistente a la calle Zapatería como la arteria principal de la judería vieja por lo cual no sería extraño que las instituciones comunitarias estuviesen en su perímetro y alrededores.
En un documento del consistorio en 1501, varios años después de la expulsión, se pide hacer una carnicería en "la sinagoga vieja" (Ladero Quesada, Libros de acuerdos del consistorio, 120, n. 83), carnicería de la cual sabemos, precisamente, que estuvo ubicada en esta zona de la Plaza Santa Lucía.
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Arcos y techo en el interior de Plaza Santa Lucía # 10 |
En Junio de 2014 los profesores José Ignacio Sánchez y María Machimbarrena, del Departamento de Física Aplicada de la Universidad de Valladolid, demostraron mediante mediciones acústicas en el sitio que la construcción contiene resonancias acústicas, lo cual hace pensar que fue creado originalmente con propósitos sociales, ya sea como lugar de reunión comunitaria o como centro religioso.
A partir de dichas mediciones, el profesor Sánchez, especialista en bóvedas antiguas, elaboró los siguientes dibujos.
Hasta el día de hoy, que sepamos, nadie había usado instrumentos científicos para crear un croquis arquitectónico del lugar o demostrar las propiedades acústicas del mismo.
jueves, 24 de noviembre de 2016
Januquilla en la iglesia de San Pedro y San Ildefonso en Zamora datada en el siglo XII
"El historiador Alvaro López Asensio resalta que el sillar «tiene unas dimensiones de 36 centímetros de largo por 41,5 de ancho». La textura «de su cara está perfectamente pulida», y eso la distingue de las existentes «a su alrededor». Para Alvaro López, tal circunstancia «hace suponer que fue reutilizada de un antiguo edificio judío, mientras que el resto fueron labradas para constituir su primitiva portada». Los brazos del candelabro figuran «representados en la parte superior del sillar y tienen forma semicircular, similar al otro candelabro de siete brazos que se utiliza como ornamento litúrgico en todas las sinagogas medievales. Los brazos terminan en el borde mismo de la piedra», y su anchura máxima es de 12 centímetros. La base de la hannuka «arranca del brazo central del candelabro y tiene como soporte simbólico dos signos en forma de cruz. Su longitud máxima es de 28 centímetros».
Ver: "La misma luz, distinta fe". Alvaro López Asensio halla un candelabro judío de nueve brazos en un sillar de la iglesia arciprestal de San Pedro y San Ildefonso, que describe en su libro Genealogía judía de Calatayud y Sefarad (La Opinión de Zamora, 2008)
La Januquilla está también incluida en Marcas de Canteros y Gliptografías de la provincia de Zamora.
miércoles, 23 de noviembre de 2016
Ubicación de la carnicería judía en San Torcuato # 45, segunda mitad del siglo XV
Según el texto, en el actual # 45 de esta conocida calle zamorana, en 1475, se localizaba una réplica del Santo Sepulcro, donde hubo antes una carnicería que servía a los hebreos. El autor del documento, el clérigo zamorano Alonso Fernández Cuadrado también era propietario de dos casas en la zona, una de las cuales estaba arrendada "al rabí, hijo del dadero".
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Ruta Sefardí, 2023 |
De estos nuevos datos se infiere lo siguiente 1- existía una comunidad judía lo suficientemente numerosa como para que hubiese servicio de carnicería, 2- se habla de un rabino y por ende de un grupo de familias, además de la propia, a las que debía guiar espiritualmente y 3- es un ejemplo de convivencia, de seguro económica, al un cristiano arrendar casa a un judío en la segunda mitad del siglo XV.
Según el profesor Manuel Ladero Quesada, historiador de la Edad Media de la UNED, en 1492, el 20% de la población de Zamora era judía y ocupaba el 14% de la ciudad. Esta nueva ubicación puede ser incorporada a la Ruta Sefardí, expandiendo el conocimiento sobre la historia de la capital. (leer nota en La Opinión)