Jardín a la entrada del bosque de Valorio.
El Cementerio Judío, también llamado enterramiento, fosario y güesario en diversos documentos entre los siglos XIII y XIX está ubicado en las inmediaciones del antiguo Convento de Santo Domingo, cuyos terrenos abarcaban el cuadrante de las calles Puentica, de los Olleros y Obispo Nieto.
En 1492 el cementerio de los judíos fue donado por los Reyes Católicos a dicho convento, que en 1798 lo reclamaba como parte de sus propiedades. Por una liquidación de arriendo en 1852 a la viuda María Alonso se conoce que el cementerio cubría 10 fanegas, o sea, 330 metros de largo por 100 de ancho o 3,300 áreas, que incluían el arroyo de Valorio.
Hasta hoy no se han llevado a cabo excavaciones en la zona, pero en 1879 se encontraron algunos objetos, entre ellos monedas de la época del rey Enrique de Trastámara, un sello de bronce de entre los siglos XV y XVII perteneciente a una persona de apellido Gil, y un pendiente de oro publicado en la revista Zamora Ilustrada, número 28, año 1882, y considerado propiedad de una mujer hebrea.
En varios documentos relativos a las expulsión de 1492 se citan propiedades pertenecientes a familias judías no alejadas de esta zona.
El Cementerio Judío, también llamado enterramiento, fosario y güesario en diversos documentos entre los siglos XIII y XIX está ubicado en las inmediaciones del antiguo Convento de Santo Domingo, cuyos terrenos abarcaban el cuadrante de las calles Puentica, de los Olleros y Obispo Nieto.
En 1492 el cementerio de los judíos fue donado por los Reyes Católicos a dicho convento, que en 1798 lo reclamaba como parte de sus propiedades. Por una liquidación de arriendo en 1852 a la viuda María Alonso se conoce que el cementerio cubría 10 fanegas, o sea, 330 metros de largo por 100 de ancho o 3,300 áreas, que incluían el arroyo de Valorio.
Hasta hoy no se han llevado a cabo excavaciones en la zona, pero en 1879 se encontraron algunos objetos, entre ellos monedas de la época del rey Enrique de Trastámara, un sello de bronce de entre los siglos XV y XVII perteneciente a una persona de apellido Gil, y un pendiente de oro publicado en la revista Zamora Ilustrada, número 28, año 1882, y considerado propiedad de una mujer hebrea.
En varios documentos relativos a las expulsión de 1492 se citan propiedades pertenecientes a familias judías no alejadas de esta zona.